Trasplantar una planta de marihuana de una maceta al suelo no siempre es una tarea fácil, especialmente si eres nuevo cultivando. Algunas veces la planta puede reaccionar al cambio de ambiente para terminar muriendo. Nosotros tenemos algunos consejos que asegurarán que tus plantas permanezcan felices y saludables durante el proceso de trasplante. Lee más sobre esto en este artículo.
Si solo has plantado algunas semillas y tienes algunas plantas de marihuana bebé creciendo en algunas macetas, está llegando el momento en el que necesitarás trasplantarlas a otra maceta. Cultivar marihuana en macetas mientras son jóvenes, alienta a que las raíces crezcan más pequeñas y densas, y esto promueve el tener una planta más saludable y feliz. En las macetas, las raíces también son capaces de ser más uniformemente ramificadas, con todas las ramas creciendo a la misma velocidad. Así que para asistir este proceso para que pueda continuar creciendo, es necesario trasplantar periódicamente tu cannabis a una maceta más grande.
Lo que eventualmente ocurre es que las raíces crecen al borde de la tierra y comienza a tocar la maceta. En este punto se dice que la planta está enlazada a la raíz. Si dejas tu planta de cannabis en una maceta después de esto, atrofiará seriamente el crecimiento de tu planta. Así que cuando la planta llega a esta etapa, o un poco antes de eso, es un buen momento para trasplantarla.
Cómo saber que es hora de trasplantar
La forma principal de saber que tu planta de cannabis está lista para una maceta más grande es que necesitará ser regada con más frecuencia de lo normal. También probablemente comenzará a mostrar síntomas de tristeza – como un crecimiento completamente atrofiado. Las hojas pueden comenzar a ponerse amarillas y marchitas. Esto significa que es hora de trasplantar; de otra manera podría atrofiar el crecimiento de tu planta para siempre.
Las plantas de marihuana podrían necesitar trasplante durante todo el estado vegetativo. Siempre que haya espacio para que crezcan sus raíces (y suficiente luz al día), ellas continuarán haciéndolo. Al comienzo, cuando la planta está experimentando lo que podría ser llamado estirón, podría necesitar ser trasplantada muy seguido, como por ejemplo una vez a la semana. Sin embargo, después del estirón inicial, la velocidad en la que tendrás que trasplantar será disminuida.
Ten cuidado de no trasplantar dentro de una maceta que sea muy grande. Una de las razones principales por las que se debe cultivar marihuana en macetas es que la tierra no recolecta tanta humedad, causando que se pudran las raíces. Es mejor incrementar el tamaño de la maceta en incrementos apropiados en vez de apresurar el proceso y poner la planta en un contenedor que sea muy grande, teniendo el riesgo de que se pudran las raíces por la humedad.
Qué evitar cuando se trasplanta marihuana
El riesgo principal cuando se trasplanta marihuana es que la planta entrará en shock y no será capaz de recuperarse. Esto puede ocurrir por un gran número de razones. Por ejemplo, cuando la estás manipulando, si eres muy hostil y dañas el tallo, la planta podría quedar en shock por el trauma y no continuará creciendo de forma saludable. Lo mismo podría ocurrir si las raíces se dañan mientras estás quitando la planta de la maceta, así que sé cuidadoso y maneja la planta con cuidado.
Cuando estás trasplantando la marihuana a una maceta más grande (o en el suelo), deberías también usar tierra que sea similar o la misma que estaba en la maceta anterior. Esto se debe a que cambiar mucho el ambiente puede dañar tu planta y también puede causar que esta entre en shock, así que la idea es minimizar los cambios que ocurren en el ecosistema de la planta.
Aunque las plantas de marihuana son generalmente muy fuertes y resistentes, estas pueden ser muy delicadas cuando son solo unos pequeños bebés. El punto es ser muy cuidadoso y gentil con ellas, ya que son muy frágiles en esta etapa de su vida. En la mayoría de los casos, un trasplante simple no conmocionará tanto a tu planta, pero particularmente en el caso de las sativas, por ejemplo, pueden ser muy delicadas. ¡Siempre sé consciente cuando manejes tu planta de cannabis!
Cómo realizar el trasplante
Para trasplantar tu planta de marihuana de una maceta a otra, el primer paso es preparar un nuevo contenedor. Asegúrate que sea lo suficientemente grande para adaptar el nuevo crecimiento de la raíz sin que esta sea demasiado grande. Por ejemplo, si comienzas en una maceta de 2 litros, puedes moverla a una de 4 litros, y entonces a una de 10, etc. Donde decidas parar dependerá de si estás cultivando en espacios interiores o exteriores, tus limitaciones de espacio y el tamaño de la maceta que puedas conseguir. Para prepararla, llena la mitad con tierra, asegurándote de que la bola de raíces que sacaste de la maceta anterior vaya a caber perfectamente. Presiona el suelo hacia abajo firmemente para permitir un drenaje óptimo de agua.
Toma tu vieja maceta y sostén tu planta en la base del tallo cerca del suelo. Voltea el contenedor y da golpecitos en la parte posterior de la maceta. El cepellón debería deslizarse hacia afuera fácilmente con la tierra adentro, especialmente si está un poco seca. El cepellón normalmente sale exactamente en la forma del contenedor en que estaba creciendo. Ponla en una nueva maceta y llénala con tierra, asegurándote de que el cepellón esté bien presionado y rodeado con tierra.
Algunos consejos para realizar un trasplante más fácil
Algunos cultivadores recomiendan secar la planta un poco antes de trasplantarla, para hacer que el proceso sea un poco más fácil. Esto permite que la planta se deslice hacia afuera de la maceta con muy poca fuerza, pero existe el riesgo de dejar secar mucho tu planta. Esto puede dañar tu planta por el resto de su vida, así que si decides hacer esto, no dejes que esté más de 24 horas sin ser regada.
Los cultivadores de espacios interiores podrían reducir la intensidad de la luz, para que así el ambiente no sea muy estresante después del trasplante. Está atento de la planta después de hacer esto, y cuando estés seguro que la planta está feliz en su nuevo hogar, puedes poner le intensidad de la luz como estaba antes. También tienes la opción de darle a tu planta una solución nutriente (quizás dos tercios más de lo que normalmente le das) y riégala un poco con esto.
La idea general es minimizar el estrés en la planta durante este proceso. Si puedes manejarla con cuidado y estás atento ante cualquier señal de malestar, ¡tu planta debería estar bien a través del proceso de trasplante!