Cuando se habla de cultivar marihuana en espacios interiores, la temperatura es uno de los factores más importantes. Si quieres un jardín de cannabis donde crezcan cogollos gruesos y exquisitos rápidamente, entonces deberías saber cómo medir y mantener la temperatura en tu espacio de cultivo. Para saber cuál es la temperatura ideal y mantenerla, sigue leyendo.
Si estás cultivando marihuana en espacios interiores, entonces el control de temperatura va a ser uno de los factores principales para mantener tu espacio de cultivo. Hay muchas cosas que debes considerar cuando controles la temperatura, como la ubicación de tu espacio de cultivo y cuántas bombillas hay adentro.
Las plantas de marihuana son sensibles a las temperaturas, y necesitan el clima ideal para ser capaces de crecer bien. Por esa razón, si quieres cultivar plantas de marihuana exquisitas con altos niveles de THC, mantener la temperatura en tu espacio de cultivo es extremadamente importante. Si quieres aprender sobre la importancia de la temperatura correcta y cómo mantenerla balanceada, este artículo es para ti.
La importancia de la temperatura ideal
En general, las plantas de marihuana disfrutan de una temperatura ideal entre 20 y 25°C (entre 68 y 77°F) cuando son bebés. Cuando entran a la vegetación, la temperatura puede ser seguramente elevada a 28°C (82°F) como máximo. La temperatura naturalmente será más baja de noche, pero la diferencia nunca debería ser mayor a 10°C. De hecho, mantener una diferencia de 5°C entre el día y la noche es ideal.
La razón por la que esto es importante es porque tus plantas de marihuana confían en la luz y el calor para la fotosíntesis. La luz necesita estar presente para alimentar a tus plantas, y el calor es una consecuencia natural de eso.
Si no hay suficiente calor y la temperatura es muy baja, no hay suficiente evaporación a través de las hojas.
Este proceso de evaporación asiste a la fuerza de “succión” requerida para transportar nutrientes de las raíces hacia las hojas. Una menor evaporización resulta en menos nutrientes siendo succionados hacia la planta y las hojas, lo cual significa que la planta termina siendo más pequeña.
Esto puede tener todos tipos de consecuencias más adelante, como una sobrecarga de nutrientes en el suelo si no hay suficiente material herbal. Esto puede conllevar a un exceso de acidez, lo cual puede traer una enorme cantidad de problemas.
Por otro lado, las temperaturas que son muy altas pueden tener sus propias consecuencias. Aunque las plantas puede que no mueran, podrían crecer increíblemente lento. Cuando se pone muy caliente, las plantas de cannabis son mucho más susceptibles a ciertas enfermedades, como el oídio blanco.
Así que como puedes ver, mantener la temperatura de tu espacio de cultivo es importante para la salud general de tu operación de cultivo. El crecimiento de tus plantas puede llegar a un alto si dejas que el problema se te salga de las manos.
Midiendo la temperatura de tu espacio de cultivo
Para tener una idea de cuál es la temperatura en tu espacio de cultivo, siempre deberías medirla en diferentes ubicaciones. La temperatura no solo necesita estar en el rango ideal, sino que también el calor tiene que estar equitativamente disperso (hablaremos sobre esto en un momento). Así que, para obtener lecturas apropiadas, lleva tu termómetro a diferentes lugares en tu espacio de cultivo y toma nota si algunos lugares están drásticamente más calientes que otros.
Se sensible y no midas la temperatura justo debajo de una bombilla. Cuando estás midiendo la temperatura, asegúrate de mantener el termómetro en la sombra. El calor que está siendo emitido de la bombilla no es la misma que la temperatura del aire en tu espacio de cultivo. Las lecturas que estás buscando es la del aire en tu espacio de cultivo.
Habiendo dicho eso, se consciente de dónde exactamente están tus bombillas. Si están muy cerca de tus plantas, ¡se pueden quemar por encima! Aunque la temperatura en la sombra podría ser ideal, una bombilla que casi esté tocando la parte superior de la planta definitivamente va a causar algún daño.
Las diferentes partes del ciclo de cultivo
Como fue mencionado anteriormente, cuando tus plantas están más jóvenes, disfrutan de una temperatura un poco más fría. Necesitarás cambiar la temperatura cuando entren a un estado vegetativo, e igual debes controlar las temperaturas nocturnas. En la mayoría de las operaciones de cultivo tú no tendrás que añadir un calentador durante la noche, porque el calor continuará siendo emitido por las bombillas.
- Temperatura de la plántula: 20 – 25°C (68 – 77°F)
- Temperatura vegetativa y post-vegetativa: 25 – 28°C (77 – 82°F), pero idealmente 26°C
- Temperatura nocturna ideal: Alrededor de 5°C (41 °F) más baja que la temperatura diurna elegida, 17 – 22°C (62 – 72°F)
Para temperaturas mayores a esta, tiene que haber un gran flujo de aire en el espacio de cultivo para evitar quemaduras.
Añadir elementos para controlar la temperatura
Tu espacio de cultivo ya debería estar equipado con luces, un extractor y algunos ventiladores giratorios que probablemente tienes en tu sala de estar. Las luces van a actuar como el sol, proporcionándole calor a tu espacio de cultivo. La mayoría de la iluminación usada por los cultivadores produce mucho calor para poder proporcionar suficiente luz, y por esta razón, necesitas un extractor para bajar más la temperatura. Si estás usando iluminación fluorescente, entonces no confrontarás un problema tan grande cuando se habla del control de temperatura.
Un extractor es un dispositivo que succiona todo el aire caliente fuera de tu espacio de cultivo e inyecta aire limpio de afuera. Es imperativo que todo espacio de cultivo esté equipado con uno. Puedes añadirle otras partes para lidiar con el aroma fuerte, como por ejemplo filtro de carbono, pero para el propósito de la temperatura no es necesario.
El tamaño de tu extractor será directamente relativo al número de watts que tienes en tu espacio de cultivo: Toma el número de watts de tus bombillas y súmale la mitad de ese número. Ese es el tamaño de tu extractor en metros cúbicos.
Para la dispersión equitativa del calor alrededor de tu espacio de cultivo, puedes usar el ventilador giratorio. Puede que solo necesites uno o dos, dependiendo del tamaño de tu operación de cultivo. Medir la temperatura en y alrededor de tu espacio de cultivo te dará un indicio de exactamente dónde necesita estar.
La temperatura durante el secado y curación
La temperatura de tu espacio de cultivo tiene el potencial de afectar muchas cosas, incluyendo la humedad, el color de los cogollos y las hojas y la forma como crecen las plantas. Sin embargo, debes prestarle atención de nuevo a la temperatura cuando seques y cures tus plantas.
La temperatura es importante para mantener los niveles de humedad ideales durante el proceso de secado y curación, lo cual es extremadamente importante cuando se habla de producir el cogollo de la más alta calidad. Durante los primeros tres días de secado, mantén una humedad relativa de 45-50%, y entonces vuélvelo a incrementar a 60%. Esto ralentizará el proceso de secado de nuevo hasta que esté perfecto. Además puedes reducir la temperatura (alrededor de 18°C) para ralentizar el proceso de curado.
¡La temperatura juega un papel importante desde el comienzo hasta el final del ciclo de crecimiento cuando vas a secar y curar!