¿A qué velocidad crecen las semillas autoflorecientes? ¿Pueden crecer en interiores y exteriores? Aquí te respondemos a estas y a otras preguntas.
Las semillas de marihuana autoflorecientes producen plantas hembra que florecen automáticamente a las 2-4 semanas de edad. Han sido desarrolladas para que florezcan independientemente de las condiciones lumínicas, siendo así diferentes de las semillas regulares y feminizadas (floración fotodependiente), las cuales necesitan el ciclo de luz adecuado (12/12) para empezar la floración.
Las variedades autoflorecientes son populares entre cultivadores que:
• Quieren una cosecha rápida y de bajo mantenimiento
• Están ubicados en climas fríos (hemisferio norte), con veranos cortos y menos horas de luz solar diaria
• Cultivan en interiores, en un espacio limitado
• Su tiempo o energía son limitados
• Tienen poca experiencia en el cultivo de marihuana
• No quieren separar hembras y machos (sexing)
El cultivo de semillas de marihuana autoflorecientes es muy sencillo en interiores y exteriores. Primero, germina las semillas. Planta las plántulas en un medio de cultivo luminoso y aireado. En interiores, ajusta el horario de luz a 18/6 (18 horas encendidas, 6 horas apagadas) hasta la cosecha, en unas 8-10 semanas si las temperaturas están por encima de los 10°C.
La mayoría de las semillas autoflorecientes están listas para ser cosechadas en 8-10 semanas tras plantarlas, algunas incluso antes. Sus periodos vegetativos son cortos, y florecen sin importar el fotoperiodo. Además, requieren de menos nutrientes y atenciones que las variedades de semillas regulares y feminizadas.
Sí, las semillas autoflorecientes se pueden cultivar en interiores y exteriores. Además, son una buena elección en climas fríos de veranos cortos, ya que crecen muy rápido, tienen un tamaño compacto y no dependen de los fotoperiodos.
En interiores, las semillas autoflorecientes pueden cultivarse en cualquier momento del año. En exterior, las semillas autoflorecientes pueden plantarse a partir de marzo/abril, y en climas más cálidos, hasta principios de agosto.
Las semillas autoflorecientes se obtienen cruzando la genética de plantas femeninas (índica y sativa) con el gen ruderalis. La adición de este gen genera el carácter autofloreciente. La especie ruderalis es originaria de zonas de Asia Central, Europa del Este y Rusia, donde las condiciones son frías y extremadamente duras, donde crece de forma silvestre.