El subidón de la marihuana: un viaje a través de ti mismo y de tu entorno, y una experiencia que no deberías perderte. Consumir cannabis se parece mucho a un viaje, durante el cual pasas por diferentes etapas y acontecimientos. En este artículo tratamos de desglosar la experiencia de fumar marihuana, dividiéndola en 7 etapas, destacando cómo puedes esperar sentirte en cada una de ellas.
Para la mayoría de nosotros, la experiencia de colocarse es un conglomerado de vivencias alucinantes que se precipitan sin respetar el tiempo. Es posible que no lo parezca mientras estás en ese estado pero, retrospectivamente, parece que existen etapas identificables. Sí, pasar por un subidón de hierba es algo así como dar un paseo por el castillo de Cenicienta en Disneylandia, o por la Casa Encantada, según el tipo de sensaciones que lo acompañen.
Así que, por pura diversión, vamos a intentar explicar la experiencia de consumir algo tan psicodélico como el cannabis, dividiéndola en etapas. Es posible que, si eres usuario de marihuana, te identifiques con algunos de estos momentos. ¡Y si no lo eres, esperamos que este artículo te resulte emocionante y estés deseando probarla cuando termines de leerlo!
Fase 1: ¿Ya está funcionando?
Cuando te inicias en el consumo de marihuana, esta situación puede ser bastante desconcertante. Tanto si la fumas como si la ingieres, parece que existe un periodo comprendido entre el consumo y la segunda fase en el que parece que no pasa nada. Esto es especialmente notable cuando se trata de productos comestibles.
El subidón es tan sutil que te preguntas si está funcionando o si has dado con un producto en malas condiciones. En este punto, la mayoría continuamos fumando el porro o comiendo. Por alguna razón, esa fase inicial no deja lugar a la posibilidad de que simplemente esté tardando en hacer efecto.
Fase 2: ¡Oh sí, está haciendo efecto!
Llegamos a la primera etapa real del subidón. Es bastante obvio que algo está sucediendo. De hecho, parece que todo está ocurriendo a la vez. El cuerpo empieza a convertirse en un amasijo licuado que no presenta ningún signo de movilidad. Y el cerebro… bueno, empiezas a ser muy consciente de que las neuronas se disparan en tu cerebro a una velocidad 20 veces superior a la habitual.
Puede dar la sensación de que básicamente no hay transición de la fase 1 a la 2. Es como si, en un momento, te encuentras paseando despreocupadamente por los recovecos de tu mente y, de repente, estás volando por el cosmos.
No es un buen momento para realizar tareas que impliquen actividades físicas delicadas. Es una etapa donde te debes recostar y observar tu entorno.
Fase 3: Felicidad
No es de extrañar que el THC provoque una sensación de felicidad. ¿Sabías que hay una sustancia química en tu cerebro llamada anandamida, que se parece mucho al THC? La anandamida se llama a veces la molécula de la felicidad. Este endocannabinoide es, literalmente, la razón por la que tenemos un receptor CB1 justo después de la barrera hematoencefálica en la que el THC encaja perfectamente.
Pues bien, la felicidad hace acto de presencia. Has pasado minutos que parecían horas en la fase 2, en la cual todo sucedía, hurgando en la materia gris qué es la vida. Y ahora has llegado al otro lado, puede que con trozos de materia gris colgando. Pero eres feliz.
Probablemente ha llegado ese momento en el que alguien saca una guitarra o cuenta un chiste divertido. Todo el mundo se funde en una música sublime o le da un ataque de risa.
Fase 4: Resolviendo todos los problemas de la vida
No creo que la fase 4 sea exclusiva de la marihuana. Básicamente, toda experiencia psicodélica se reduce a este momento de profunda contemplación. La mente se vuelve tan maleable y moldeable que todo es posible. De repente aparecen las soluciones más creativas a los problemas más devastadores que no tenían salida.
Este es el momento en el que parece que todos los problemas de la vida se solucionan. ¡Incluso empiezas a preguntarte si es exactamente en este estado donde se han resuelto algunos de los problemas del mundo!
Es un momento de quietud que muchos usuarios de cannabis disfrutan. Ese instante de pura serenidad y contemplación, carente de nerviosismo, expectativas o ansiedad. ¡Es algo así como el orgasmo de la marihuana!
Fase 5: ¡No te puedes quedar quieto!
¿Has conocido alguna vez a alguien que fume hierba y luego se ponga a hacer un millón de cosas en la casa o a correr por la ciudad haciendo recados? Siendo sinceros, no creo que sea muy común. Pero puede que estén permanentemente atascados en la fase 5.
Así pues, te damos la bienvenida a la fase 5. La paz y la quietud de la fase 4 han desaparecido, y ahora tienes un rebote. Necesitas moverte. Te das cuenta de que llevas al menos una hora pegado a la misma silla. La siguiente cosa natural que debes hacer es pasar a la acción.
Si ya has experimentado antes un subidón, como ya sabes cuál es la siguiente etapa, seguramente ya estás de camino al supermercado para comprar algo de comida. Si eres principiante y no tienes ni idea, tal vez estés paseando por el jardín para contemplar las flores. A lo mejor estás jugando con tu perro. Tal vez te estés preguntando si es hora de fumar otro porro. En cualquier caso, es lo mismo en todos los casos: no puedes quedarte sentado, ¡necesitas hacer algo!
En este momento, algunas personas pueden empezar a sentir cierta tensión, nerviosismo, ansiedad o paranoia. El repentino aumento de energía puede traducirse en una experiencia mental bastante desagradable. Pero creo que la mayoría de la gente afronta la fase 5 simplemente moviéndose, en lugar de sentarse y pensar demasiado en ello.
Fase 6: La venganza de los antojos
Para algunas personas, los antojos son algo a lo que deben enfrentarse. Es como si supieran que, cada vez que fuman hierba, se van a pasar 20 minutos intentando convencerse de que no deben comer de todo antes de que finalmente cedan y lo hagan. Para otras personas, el placer de comer colocado es tan grande que es la parte que más ilusión les hace.
No confundas los antojos con el hambre. Son totalmente diferentes. El hambre significa que tu cuerpo busca nutrición para alimentar sus procesos celulares. El antojo es puro hedonismo.
Así que disfruta decidiendo lo que vas a comer durante esta etapa. O tal vez no necesites decidirlo porque simplemente devorarás todo lo que esté a la vista. Cuando me entran ganas de comer, me gusta fingir que soy Ricitos de Oro y que acabo de entrar en la casa de los tres osos. Toda la comida es de otra persona, ¡pero la voy a devorar igualmente!
Fase 7: Es hora de darte otro homenaje
¿Por qué devorar gran cantidad de comida hace que el subidón de hierba parezca calmarse un poco? Tal vez sea la energía concentrada en el metabolismo, o simplemente el orden natural de las cosas. Pero parece bastante común entre los fumetas volver a encender la pipa, la pipa de agua o el porro una vez que los antojos han desaparecido.
Siempre hay una parte de ti que se plantea dar este paso. Sabes que vas a volver directamente a la fase 1 si vuelves a fumar (aunque probablemente no dure tanto). Tal vez sea emocionante, o estás totalmente exhausto y no quieres volver a hacerlo. Pero algo tira de ti muy sutilmente. Sabes que va a ser divertido.
Así que, por mucho que lo hayamos intentado, quizá este no sea el listado completo de las fases de la marihuana. Probablemente los que fuman ganja saben que están ocurriendo etapas dentro de otras, pero no pueden definirlas del todo. Esa es la belleza de la experiencia psicodélica: te lleva de viaje… ¡estés o no preparado!