Resulta que los seres humanos no son la única especie en la tierra que le gusta disfrutar de una pequeña intoxicación. A nuestros compañeros animales también les gusta experimentar sus propios estados de consciencia en la naturaleza. ¡Te sorprendería saber cuánta diversión les gusta tener a los animales silvestres! ¡Lee este artículo para saber a cuáles animales también les gusta drogarse!
Prácticamente toda la historia humana ha girado en torno a nuestro deseo de consumir este intoxicante, u otro como lo es el café, las drogas fuertes o el alcohol. Nuestros ancestros animales no parecen ser muy diferentes a nosotros en ese aspecto. Los seres humanos no son los únicos que desean explorar los estados de consciencia, y hay ejemplos de muchos animales que también disfrutan hacer lo mismo.
Aunque para los seres humanos mucho de este deseo ha sido simplemente intoxicarse, hay ejemplos en la historia humana donde ha ayudado a la evolución de la consciencia. Para los animales, ellos pueden estar consumiendo compuestos psicoactivos por los posibles efectos curativos que podrían tener, o alternativamente por su valor nutricional. También existe evidencia para sugerir que las especies del reino animal han compartido estas experiencias psicodélicas puramente por el bien de experimentar juntos un estado de consciencia alterado.
Reno come el hongo amanita muscaria
La amanita muscaria es un hongo psicodélico que tiene la cabeza roja con puntos blancos. La historia de los renos consumiendo estos hongos comenzó en Siberia y el pueblo lapón. Estas personas pertenecían al Círculo Ártico y tenían una conexión poderosa con el reno. El ingrediente activo del hongo amanita es el muscimol, el cual puede causar muchos síntomas de incomodidades físicas y un efecto general no deseado.
Lo que el pueblo lapón descubrió fue que cuando el hongo pasaba a través del cuerpo del reno y escapaba a través de su orina, los efectos eran más suaves y apropiados para los humanos. El pueblo lapón entonces seguía al reno y bebían su orina, la cual contenía el material filtrado del hongo amanita. Aparentemente el reno también tenía el hábito de beber la orina del humano que había comido y procesado el hongo amanita, dándose cuenta que también podía sentir sus efectos con esto.
Se rumorea que de esto fue donde comenzó la historia de Papá Noel y sus renos, el árbol y los regalos debajo del árbol.
Jaguares comen la vid ayahuasca
La vid ayahuasca es una de las dos plantas usadas para hacer el brebaje chamánico visionario de América del Sur, la Ayahuasca. Para el consumo humano, esta vid es normalmente mezclada con otra planta para crear visiones y experiencias psicodélicas. Sin embargo, los humanos no son los únicos que utilizan esta planta por sus propósitos psicoactivos.
Esta vid por si sola contiene un inhibidor enzimático que bloquea una enzima que normalmente detendría el efecto del DMT en el cuerpo. Con este inhibidor el cuerpo es capaz de producir y experimentar el DMT sin que sea descompuesto, creando visiones. El jaguar de la jungla también come esta visionaria vid. Esta vid normalmente causa purgaciones a través del vómito o la diarrea, así que es completamente posible que el jaguar la use para limpiar su propio tracto intestinal de parásitos que podría haber obtenido de la comida. Las personas locales del Amazonas dicen que el jaguar come esta vid para incrementar su percepción sensorial, convirtiéndolos en los mejores cazadores en la jungla.
Ualabís comen amapolas
El ualabí, un animal nativo de Australia, parece tener un interés sospechoso en las amapolas, y ellos han sido frecuentemente encontrados causando estragos en los campos de amapolas. La amapola es la fuente del opio, normalmente usado en Australia para los productos farmacéuticos como la morfina. Esto se volvió un gran problema en Australia, tanto que los ualabís drogados se volvieron un tema de conversación en una audiencia parlamentaria. Existen algunas normativas genuinas sobre la seguridad y regulación de las amapolas como resultado de esto.
Los cerdos disfrutan los cannabinoides
Las trufas negras son un hongo psicoactivo que crece bajo el suelo por el que los cerdos tienen un gran sentido del olfato. Los cerdos son capaces de olerlas porque huelen como una deliciosa trufa de cacao, y este hongo contiene el cannabinoide anandamida. Este cannabinoide es similar a la estructura química del cannabinoide THC, el cual es el componente principal de la marihuana. Los cerdos disfrutan mucho drogarse con estas trufas negras, y los científicos sugieren que ellos podrían sentirse atraídos a ellas por sus propios sistemas endocannabinoides.
Parece que los seres humanos no son los únicos que les gusta explorar su propia consciencia con componentes psicoactivos. También ha sido un rasgo común entre los animales participar en este fenómeno, así sea por su valor nutricional o simplemente por compartir la experiencia con otros miembros de la misma especie. Estos compuestos también juegan un rol en la evolución de una especie por la inteligencia que proporciona la planta psicoactiva.