¿Quién dijo que el cultivo de marihuana está reservado a los que disponen de espacios enormes para cultivar? De hecho, si tienes un pequeño armario o vitrina, ¡puedes microcultivar! El microcultivo es muy parecido al cultivo de interior, pero con un poco de entrenamiento para que tus plantas puedan conservar su altura. Cuando termines de leer este artículo, sabrás todo lo necesario para empezar tu microcultivo.
No tener casi espacio para cultivar marihuana es sólo un pequeño obstáculo que debe superar todo cultivador entusiasta y creativo. De hecho, el microcultivo es uno de los desarrollos fortuitos más interesantes que se han producido en el mundo del cultivo moderno. Incluso sin un jardín, cualquiera puede utilizar las técnicas de microcultivo para disfrutar de su propia cosecha de hierba.
A medida que la marihuana se legaliza alrededor del mundo, más libertad existe para cultivarla. Por desgracia, no todo el mundo tiene acceso a una hectárea de terreno o una pequeña parcela en el patio trasero. Hay personas que, viviendo en un apartamento, quieren cultivar hierba. El microcultivo ha hecho posible que se pueda producir cosechas en un espacio muy, muy limitado.
Si planeas emprender la divertidísima tarea de cultivar hierba bajo el fregadero de tu cocina o en un pequeño armario, tenemos para ti algunos consejos y trucos imprescindibles. Hay un par de cosas sobre el microcultivo a las que tienes que prestar mucha atención. Aparte de eso, ¡es igual que hacerlo en un espacio normal!
1. Elige con cuidado la variedad
Si alguna vez has cultivado hierba, sabrás que ciertas variedades pueden llegar a ser muy altas, demasiado altas para un armario. Aunque cada una tiene sus propias características, hay patrones de comportamiento a los que hay que prestar atención. Por ejemplo, las sativas tienen tendencia a crecer bastante alto y como un árbol. Las índicas tienden a ser pequeñas y frondosas.
Piensa en el espacio de cultivo que tienes disponible y en su altura. El hecho de que estés leyendo este artículo significa que probablemente no tengas más de 2 metros de altura para cultivar marihuana. Así que, realmente, una índica es la mejor opción para tu proyecto.
También merece la pena elegir una variedad autofloreciente. Debido a la forma en que se generan estas semillas, no suelen crecer tanto como las plantas regulares. Lo cual es estupendo para alguien que quiera cultivar utilizando un espacio limitado. Además, las variedades autoflorecientes suelen crecer mucho más rápido, ¡así que puedes cosecharlas antes!
Las mejores variedades para espacios reducidos
1. Northern Lights Autofloreciente
La Northern Lights Autofloreciente produce grandes cogollos listos para la cosecha en tan solo 9-10 semanas. Es una variedad muy popular entre cultivadores principiantes de interior debido a su capacidad para adaptarse y prosperar en diversos entornos. Sus efectos incluyen un intenso «colocón» corporal y debe tomarse con precaución.
2. WSS Skunk Autofloreciente
La WSS Skunk Autofloreciente produce plantas de marihuana robustas y de baja estatura, las cuales apenas necesitan mantenimiento. Se trata de una opción excelente para aquellos principiantes que prefieren empezar con algo sencillo. Los grandes cogollos maduros brillan con un resplandeciente rocío de cristales de THC, dando lugar a ricos sabores a mango y especias. El subidón comienza con un subidón cerebral energizante, seguido de una sensación corporal ligera y flotante.
3. Top 44 Autofloreciente
La Top 44 autofloreciente te proporcionará rendimientos XXL, lo que significa que requiere un poco más de atención. Los cogollos maduros son densos y compactos, con un tono naranja brillante. Su magnífica resistencia a las plagas y al moho la hace adecuada para espacios cerrados y oscuros, como un armario o debajo del fregadero. Te espera un subidón equilibrado con unas genéticas legendarias, ¡perfecto para relajarse después de un largo día de trabajo!
4. Critical Mass Autofloreciente
Como su nombre sugiere, la Critical Mass Autofloreciente (masa crítica en inglés) ofrece grandes rendimientos con un corto periodo de floración. Este híbrido de predominio índica induce un subidón corporal duradero y relajante que no te dejará echo polvo.
5. Auto CBD Autofloreciente
Hemos creado la Auto CBD para que produzca cogollos con un alto contenido de cannabidiol (CBD), y una proporción de THC:CBD poco habitual, de 1:6. Cultiva plantas bajas y compactas en un plazo de 100 días desde la germinación, y así aprovecharás las propiedades curativas de la hierba sin los efectos psicodélicos.
2. Entrena tus plantas
El microcultivo requiere, sin lugar a dudas, unas labores de poda considerables. Para mantener tus plantas contentas dentro del espacio que utilizas, tendrás que entrenarlas. Hay varias formas de hacerlo, como el entrenamiento de bajo estrés (LST) y la poda. Estos dos métodos te permiten entrenar a tus plantas para que crezcan más anchas que altas.
Una vez que tus plantas entren en floración es poco probable que aumenten mucho su tamaño. Las plantas suelen crecer más y desarrollar más hojas y tallos en la fase de crecimiento vegetativo. Así que es durante esta época cuando debes aplicar técnicas de entrenamiento o podarlas para que sigan adaptándose bien a tu pequeño espacio de cultivo.
Entrenamiento de las plantas autoflorecientes frente a las de fotoperiodo
Sin embargo, debes tener en cuenta que, si te has decantado por una variedad autofloreciente, es posible que tus plantas no respondan muy bien a los métodos de entrenamiento. Las semillas de fotoperiodo (feminizadas o regulares) son más adecuadas para aplicar este tipo de estrategias.
No obstante, la mayoría de las plantas autoflorecientes no requieren mucho entrenamiento, ya que de todos modos tienden a ser más pequeñas. Además, suelen florecer muy pronto. Por tanto, si optas por una variedad autofloreciente, puedes prescindir de ello. Sin embargo, si quieres experimentar con métodos de entrenamiento en espacios pequeños, quizá quieras probar la Amnesia Feminizada, la Critical Kush Feminizada o la K2 Regular.
3. Unos tiestos más pequeños dan lugar a plantas más pequeñas
Dicen que una planta es igual de alta bajo tierra que sobre ella. Todo el sistema subterráneo la alimenta con nutrientes y agua, así que tiene todo el sentido del mundo. Piensa en esto cuando elijas los maceteros: cuanto más grande sea el tiesto, más grande será tu planta de marihuana.
Para mantener el tamaño controlado, sigue trasplantando tus plántulas, pero deja de hacerlo cuando la maceta alcance el tamaño deseado. Así, las raíces quedarán limitadas, impidiendo que tus plantas crezcan demasiado.
Además, esto implica que deberás regar las plantas con más frecuencia, ya que tendrán menos espacio en las raíces. No significa que tengas que suministrarles más agua, sino que tendrás que hacerlo más a menudo.
4. Mantén controlada la temperatura y la humedad
Es muy fácil que la temperatura aumente y la humedad se descontrole en un espacio de cultivo pequeño, especialmente si se encuentra debajo del fregadero de la cocina. Las cosas se pueden complicar bastante con las luces y las plantas en habitaciones pequeñas, así que toma las medidas oportunas para controlar la temperatura y la humedad.
El paso del aire es esencial para tus plantas. Permite que el dióxido de carbono fluya bien dentro del espacio, lo que es muy importante para que tus plantas hagan la fotosíntesis. Debes encontrar alguna forma de mantener la circulación del aire y la temperatura baja. Quizá debas colocar unos pequeños ventiladores en la parte superior de tu espacio de cultivo.
Otro consejo para mantener baja la temperatura es utilizar luces LED en lugar de lámparas HID. El calor que emiten los LED es mucho menor y debería ayudarte a mantener la temperatura baja.
¡Disfruta con tu microcultivo!
Puede resultar muy gratificante embarcarse en la aventura del microcultivo. Ciertamente, se puede cultivar marihuana en espacios minúsculos, por lo que ya no es un privilegio de los que tienen mucho espacio. ¡Disfruta de tu minúsculo microcultivo y cuéntanos cómo te ha ido!