Las semillas de marihuana autoflorecientes y feminizadas son fáciles de cultivar. Florecen sin tener que cambiar ciclos de luz o eliminar machos. Las semillas automáticas son ideales para cultivadores principiantes, y para aquellos que prefieren un bajo mantenimiento. Las sativas, índicas e híbridos de Sensi Seeds son ideales tanto para usos medicinales como recreativos.
Cultivadas fuera, las semillas automáticas pueden producir dos o más cultivos en el transcurso de un verano normal. Bajo luces, las 'autos' pueden ir desde la plántula a una planta completamente madura, en tan solo 10 semanas. Como valor añadido, la mayoría son también muy robustas y resistentes a las infecciones fúngicas, al moho, a las plagas e incluso a las heladas, debido a su extremadamente robusto linaje genético norte eurasiático– la Ruderalis – que desarrolló la habilidad de florecer con el propósito de sobrevivir. Las semillas que florecen automáticamente pueden cultivarse en interior, exterior o en un invernadero. Además, todas las semillas de esta categoría son Feminizadas y de una amplia gama genética, ofreciendo diferentes tipos de sabor, aroma y efecto.
En términos de volumen, estas semillas son capaces de producir rendimientos de tamaños razonables, incluso con una fuente de luz menos intensa. Sin embargo, la regla general de cuanto mayor sea la intensidad de la luz, mejores los resultados, también puede aplicarse aquí. Debe tenerse presente también, que la cantidad que darán estos tipos, es algo que dependerá del tamaño final de la planta. Así pues, una planta de cannabis prácticamente enana en el alféizar de una ventana, jamás producirá lo mismo que la que está en una maceta grande bajo luces de alta intensidad. De todos modos, y en general, la cantidad de cogollos recogidos a partir de semillas de esta sección es favorablemente comparable a los que se obtienen de semillas feminizadas o regulares de la misma variedad.
Éste es el primer grupo de variedades que producen cogollos de calidad superior con elevados niveles de cannabinoides sin necesidad de ser cultivadas bajo luz intensa durante períodos de tiempo determinados. Ya sea utilizando luz artificial o luz del sol, el cuidado y la atención siempre han sido factores necesarios tanto para planear bien el tiempo de exposición de las plantas, como para asegurar que las horas de oscuridad sean realmente muy oscuras. La contaminación lumínica, incluso si proviene de fuentes pequeñas, suele confundir a los 'relojes internos ' de las plantas en cuanto a si deberían estar vegetando o floreciendo.
Las semillas autoflorecientes, por el contrario, son capaces de completar su ciclo de vida independientemente de cuánto duran los días, aunque los mejores resultados se conseguirán con, al menos, dieciocho horas de luz. A diferencia de las semillas regulares, las semillas autoflorecientes crecen sin tener que someterse al habitual ciclo de 12 horas de luz, 12 horas de oscuridad necesario para florecer con éxito, tanto si son indica, como sativa o híbrido. Parecen prácticamente inmunes a la contaminación lumínica, tolerando periodos irregulares e impredecibles de luz y oscuridad con impunidad. Los jardineros de exterior con veranos cortos pueden esperar hasta que lleguen las semanas más cálidas para cultivar sus semillas de marihuana automáticas, con la certeza de que la mayoría de esas horas impulsarán el periodo de producción de flores, no el de vegetación.
Esta característica esencial evolucionó como una necesidad para la supervivencia en las zonas ásperas e inhóspitas de Rusia central, donde se originó el Cannabis Ruderalis, la variedad autofloreciente original que crió esta habilidad casi mágica. Al carecer de los veranos cálidos del continente indio y de las zonas ecuatoriales y tropicales donde (respectivamente) evolucionaron la Indica y la Sativa , esta pariente no tenía el lujo de poder esperar al cambio de ciclos de luz que señala el comienzo del verano para iniciar la floración. De hecho, el clima podía ser lo suficientemente frío como para matar a las plantas antes de que tuviesen lugar la polinización y la siembra . En su lugar, debía comenzar a florecer en cuanto fuera lo suficientemente grande como para tener tiempo suficiente para completar el ciclo reproductivo y crear nuevas semillas. Los criadores vieron inmediatamente la ventaja que esto suponía para otras variedades y comenzaron a criar semillas con esta capacidad de 'autoflorecer'.
Aquellos totalmente novatos en el arte de la jardinería que deseen empezar con el cannabis como primer intento, se les recomiendan tener en cuenta los beneficios de las semillas autoflorecientes. Los filtros pueden usarse para visualizarlas fácilmente, según el tamaño de la cosecha, el tiempo de floración, la estatura, el precio, el tipo (indica, sativa o híbrido), etc.
Algunos de los nombres más famosos, tales como White Widow, Master Kush y diferentes tipos de Skunk y Haze, puede encontrarse aquí. Las semillas están disponibles en paquetes de 5 y 10 semillas , y algunos tipos también pueden adquirirse en paquetes de 3 y paquetes de 25.