Las semillas de White Cheese Feminizadas dan lugar a una planta que recupera un sabor largamente deseado y difícil de reproducir. El 35% de influencia sativa contribuye al perfil de sabor y a los efectos de esta variedad. La planta presenta rasgos predominantemente índica, sobre todo en su morfología, y en el cuarto de cultivo abundan los olores acre. Alcanza una altura media, produciendo grandes rendimientos tanto en interiores como en exteriores.
Las semillas White Cheese Feminizadas resucitan un fenotipo clásico que rezuma un intenso aroma a Skunk. Este rasgo se descubrió en la generación F1 original de la Skunk #1. La White Cheese Feminizada añade una potente capa afrutada sobre sabores acres y a queso. Perfiles inconfundibles y efectos que son algo fuera de lo común. Esta variedad, fácil de cultivar, presenta una etapa de floración de tan solo 45-50 días.
La White Cheese Feminizada posee un 65% de predominio índica, el cual procede principalmente del legado de la White Rhino. La Skunk #1 contribuye al 35% restante con características sativas, que se manifiestan sobre todo en el perfil de sabor, los efectos estimulantes y un estiramiento superior a la media durante la transición de la etapa vegetativa a la de floración. El dominio índica se hace más evidente en el perfil de terpenos, la estructura compacta y las hojas de color verde intenso y dedos anchos.
Las semillas de White Cheese Feminizadas poseen una ascendencia mixta. Es una planta híbrida que manifiesta características de variedades índica y sativa. Y como son semillas feminizadas, todas ellas darán lugar a hembras productoras de cogollos cuando pasen a la etapa de floración. Los cultivadores con programas de rotación de cultivos ajustados en ciclos perpetuos disfrutarán de los poco comunes y buscados tiempos de floración rápida. La White Cheese Feminizada estará lista para la cosecha a los 45-50 días de cambiar el horario lumínico. En condiciones óptimas, las plantas de interior pueden alcanzar una altura final comprendida entre los 120 y los 140 cm. Los cultivadores de exterior han registrado cosechas de unos 160 cm de estatura.
La estructura de la White Cheese Feminizada es claramente índica. A pesar de su altura final, estamos ante una planta compacta durante toda la etapa vegetativa. Presenta numerosas ramas laterales robustas llenas de cogollos muy próximos entre sí en el tallo apical.
Al igual que sus ancestros afganos, el follaje presenta una amplia variedad de colores. Las hojas maduras son verde oscuro y las puntas, verde lima. Más adelante, en el ciclo de crecimiento, las hojas mostrarán una coloración púrpura dispersa.
Las flores de la White Cheese Feminizada crecen largas y cónicas, similares a las de las variedades sativas. En lo que difiere esta variedad es en la naturaleza densa e hinchada de las brácteas. También es común a las variedades índicas una gruesa capa de tricomas que contienen todos los cannabinoides y terpenos más deseados. Los estigmas de color naranja brillante se entrecruzan sobre la parte superior del bosque de tricomas para dar a la White Cheese Feminizada un aspecto eléctrico y distintivo.
La White Cheese Feminizada crece bien en interiores bajo unas condiciones óptimas. La producción de cosechas abundantes, de 500 a 550 gramos por m², es un objetivo factible. Si se desea cultivar al aire libre, lo ideal es un clima cálido con lluvias ocasionales. En condiciones adecuadas, no es raro que los cultivadores cosechen unos 600 gramos por planta, tanto en climas templados como soleados. Ya sea en interiores o en exteriores, se pueden utilizar técnicas de entrenamiento como SOG, SCROG, Supercropping y Lollipopping para controlar el crecimiento y aumentar el rendimiento.
En los efectos de la White Cheese Feminizada, la influencia sativa se manifiesta con mayor intensidad. Todo empieza con un subidón inmediato de euforia que eleva el espíritu. Una sonrisa de felicidad se apodera del rostro mientras la mente vaga por un campo de pensamientos felices.
Con esta variedad se ha descrito un aumento de la creatividad. No hay que olvidar que la influencia índica llega al final de la experiencia e impregna el cuerpo de una sensación calmante y relajante de la cabeza a los pies.
Dos sabores contrapuestos se entrelazan perfectamente para crear el perfil principal de la White Cheese Feminizada. Primero aparece un sabor intensamente afrutado. Tan pronto como el paladar detecta el cóctel de sabores frutales, el lado acre y skunk se une a la fiesta.
Estos dos sabores se complementan con matices azucarados y especiados, los cuales también pertenecen a extremos opuestos, pero que casualmente combinan bien. Los sabores clásicos quedan reflejados en esta variedad que ha dado lugar a innumerables imitaciones.
La White Cheese Feminizada presenta un perfil de terpenos que se asemeja mucho a los sabores de la variedad. Los olores son densos y perduran en el aire. Las flores son penetrantes y a menudo muestran una influencia aromática procedente del aspecto índica de las genéticas. A las notas principales a skunk se une un aroma terroso que recuerda al suelo del bosque tras una lluvia copiosa. En lo más profundo del perfil encontramos terpenos que manifiestan matices a almizcle y sándalo exótico.